sábado, 12 de febrero de 2011

un mensaje sorpresivo

"Lo que naturalmente no sabía en aquel instante, todavía bajo el efecto de tu sonrisa, es que esta tensa contradicción presidiría mis próximos meses y, estoy convencido tantos años después, también los tuyos. Pues en efecto nunca pudimos liberar nuestra alegría, nunca pudimos dar rienda suelta a nuestros sentimientos ante los demás ni tampoco, con pocas salvedades, ante nosotros. Aquella noche (...) sin necesidad de que pasara más tiempo, supimos a la perfección lo que sentíamos el uno por el otro, ese orgullo de los amantes que de repente conquistan el mundo con una sola mirada, lo supimos, instantáneos cómplices ambos de este saber; luego nos bastó con prolongar este conocimiento días y días. Sin embargo, nunca nos consideramos autorizados para romper la campana de cristal en la que estábamos encerrados. Nuestra estima tenía que ser tan íntima que únicamente podíamos confesárnoslo en voz baja, entre susurros al más silencioso lenguaje, el de las miradas. Fuera de las miradas y de los susurros no podía haber nada más: ni prójimo ni ilusiones ni futuro."


-Rafael Argullol




te quiero muchisimo, entre nosotros no hay finales ni futuros inmediatos, hay una especie de magia que nos une sin que nada mas importe mientras nos miramos.

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