domingo, 10 de octubre de 2010

estoy contenta

sábado, 9 de octubre de 2010

sssss

tenes tantas cosas a favor
me encanta conocerte de a poquito
despacito
Suavecito me pusiste todo en su lugar, suavecito, como juego para armar. Como al barro el alfarero, como brisa de aguacero conquistaste, suavecito. Colocaste besos justamente en el lugar suavecitos, cirugía para curar las heridas que dejo el pasado sin sanar y en el caos de mi infierno instalaste tu gobierno y abrazaste suavecito. Suavecito, fuiste casi imperceptible, sin prisas de a poquito colocaste tu bandera inamovible, suavecito, fuiste tan demoledor, pasito con pasito tu paciencia arrolladora me salvo, suavecito. Suavecito fui ganando con saber perder, suavecito sin afanes de imponer con la calma que viene del tacto de hombre, como huella de gaviota, como se forma una gota me atrapaste suavecito. Me aceptaste como un cero izquierdo y sin valor me peleaste sin nada a tu favor con la suavidad con la que se mueve un rumor, con el paso de un anciano, con paciencia de artesano, me salvaste, suavecito. Suavecito, fuiste casi imperceptible, sin prisas de a poquito colocaste tu bandera inamovible, suavecito, fuiste tan demoledora, pasito con pasito tu paciencia arrolladora me salvo suavecito.

miércoles, 6 de octubre de 2010

quince


el hombre inmaduro nos parece encantador

11

No tener un hombre en quien concentrarnos es como suspender el consumo de una droga, a menudo con muchos de los mismos síntomas físicos y emocionales que acompañan la verdadera suspensión de una droga: náuseas, sudor, escalofríos, temblor, ansiedad, una forma obsesiva de pensar, depresión, imposibilidad de dormir, pánico y ataques de angustia.
Vivimos con la esperanza de que mañana será diferente.

número cuatro

4 . Como la aterra que la abandonen, hace cualquier cosa para evitar que una relación se disuelva.

“Abandono” es una palabra muy fuerte. Implica ser dejadas, posiblemente para morir, porque quizá no podamos sobrevivir solas. Hay abandono literal y abandono emocional. Todas las mujeres que aman demasiado han experimentado por lo menos un profundo abandono emocional, con todo el terror y el vacío que eso implica.

amar demasiado

Amar demasiado no significa amar a demasiados hombres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. En verdad, significa obsesionarse por un hombre y llamar a esa obsesión "amor", permitiendo que ésta controle nuestras emociones y gran parte de nuestra conducta y, si bien comprendemos que ejerce una influencia negativa sobre nuestra salud y nuestro bienestar, nos sentimos incapaces de libramos de ella.

Norwood Robin - Las mujeres que aman demasiado
un libro que me presento una buena amiga