Conclusiones de terapia
Esa tarde antes de irse de la sesión de todos los jueves con la Dra. Suarez, Elo se paro junto a la puerta, la abrió, dio un giro sobre si misma, miro a su psicóloga sentada en el sillón rosa pálido y en base al tema del día pensó en voz alta: "ahora entiendo, tiene un poder enorme: puede hacerme feliz, pero al instante puede destruirme como nadie", con la misma paz en que pronuncio las palabras, cruzo la puerta y siguió con su rutina.
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