
Con el anhelo dirigido hacia ti yo estaba solo en un rincón del café cuando de pronto oí unas alas batir, como si un peso comenzara a ceder, se va, se va, se fué. Tal vez fue algo de la puesta del sol, o algún efecto secundario del té, pero lo cierto es que la pena voló y no importó ya ni siquiera porqué, se va, se va, se fué...
Algunas veces, mejor no preguntar, por una vez que algo sale bien, si todo empieza y todo tiene un final hay que pensar que la tristeza también. Se va, se va, se fué...
Algunas veces, mejor no preguntar, por una vez que algo sale bien, si todo empieza y todo tiene un final hay que pensar que la tristeza también. Se va, se va, se fué...
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