lunes, 29 de marzo de 2010

el dolor del amor

,Corría marzo y Eloisa no soportaba su vida en esos días. Cada paso nuevo parecía traerle más angustias y nudos. Su cabeza no soportaba tanta presión, tantas dudas y su corazón estaba exhausto de tanto dolor. No había ningún medicamento que le sirviera, no existía un respiro profundo que le trajera alivio. Solo sus beso podían calmar el peor llanto, pero los sentía tan fríos, tan escasos. Nunca su mente había debatido tanto, no sabia que era lo mejor para ella, para ser feliz, los precios eran tan caros, más que de costumbre. Apostar a algo podía sacarle la vida si salia mal. Que caro era jugar contra el amor, que duro, que pesado, que tormentoso. El alma se le iba al piso, atraída por la fuerza de la gravedad. Es verdad que la crucé en la calle, y es verdad que lucia muy mal. Su aspecto tan dejado, su mirada a la deriva, daba esa sensación de no querer ser ella nunca mas, pero tampoco encontraba quién ser.
Eloisa se aferro mucho a un amor que juro ser eterno, nunca soñó con otra cosa que no fuera así, nunca tuvo ni el mínimo pensamiento de que algún día, quizás, tendría que lidiar con un desaire tan grande. Su fuerza no estaba, la había abandonado, su peso también producto a los pocos bocados que probaba.
Se que desparramo mil lagrimas y nunca encontró las respuestas a tantos dolores, no entendía que había echo mal para sentir algo tan profundo. No entendía porque el amor podía ser tan amargo, podía sacarla de su cuerpo de a poco. Eloisa se tendió en la cama, harta de llorar, de buscar respuestas a cosas que no la tenían, de pedirle a su Dios explicaciones de por que a ella le pasaban esas cosas, hasta que dio una fuerte suspiro y sintió su alma partir, dejándola liviana, sencilla, sin pensamientos.



El alivio duro lo que ese suspiro, al entrar el aire, su alma entro, Eloisa tuvo que aprender a vivir con el dolor, a vivir de el, SU FIEL COMPAÑERO por un gran tiempo. Algunos me dijeron que se hiso inmune, si fuera así, me encantaría pedirle la receta para no sentir el dolor del amor.

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