jueves, 17 de enero de 2008

tarde.


Tarde. Éramos los cuatro protagonistas de una historia que llamabamos '27'. El destino nos repartio cartas que ya nos habían tocado antes y nos puso una vez más en esa situación. Esa casa era nueva y sus paredes no conocían lo entrelazadas que estubieron nuestras vidas solo unos cuántos meses atras. Estas paredes no contaban con nada que decir, no cuentan con nada tampoco. Parecia un perfecto deja vu de aquella noche de abril, solo que por suerte (o quizas no tanta, cuesta entendernos) faltaba esa necesidad de olvidar la amistad que en el medio teniamos, esa intriga que nos provocaba conocer el otro costado de nosotros, de mezclar las cosas y cruzar las barreras, de jugar con fuego. Si hubiera sucedido por arte de mágia como sucedio, pero solo unos meses atras creo que la felicidad hubiera sido infinita, pero tarde, el destino baraja tarde para que nosotros ya no tengamos más ganas de jugar.

No hay comentarios.: