Hacía poco había empezado ese nuevo año y creía haberlo echo con su pie derecho para tener días inundados de suerte y felicidad, también hacia poco había cumplido un año más de nacida y aunque era chica, sentía que la vida se le pasaba y se proponía disfrutarla a cada instante respirando despacio, comiendo mucho, durmiendo lento, observando y escuchando todo, sintiendo cada superficie, cada nueva acción en la piel.
Se fue a vestir y salio a correr, para despejar su cabeza y ver si la brisa de los árboles de aquella plaza le traían algún perfume, algún recuerdo, algún pensamiento que la ayudaran a decifrar ese acertijo, pero después de una hora volvió solo con el agotamiento encima de su cuerpo, con el sudor a causa del calor y la idea de las tantas menos calorías en su ser, abrió la ducha y puso a llenar su bañadera mientras se tiraba bajo el ventilador a descansar. Una vez llena, fue entrando de a poco al agua, y se dejo llevar por el perfume de las sales, relajándose con la espuma y fue ahí cuando cerro los ojos y escucho el silencio del agua que sintió que ese espacio negro era un amor que extrañaría en su tiempo fuera. Ahí, Elo, vio con otros ojos que en su interior de a poco, emergía un nuevo amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario